Anuncio
Demostrando que Albert Einstein está equivocado es algo que sólo un pequeño número de científicos puede afirmar haber hecho, pero ahora, más de 100.000 jugadores pueden unirse a ese club exclusivo y disfrutar de la suficiencia que viene con él. En 2016, científicos de todo el mundo liderados por el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona (ICFO) pidieron a la gente que jugara un juego simple en línea, y los resultados fueron usados para refutar una de las afirmaciones de Einstein sobre la mecánica cuántica.
Los resultados se publican en la naturaleza. Una de las cosas que a Einstein no le gustaba de la mecánica cuántica es cómo el experimentador juega un papel en los resultados obtenidos de un experimento.
Creía que el universo era independiente de nuestras acciones y de la mecánica cuántica que se regiría por el principio del realismo local. Este principio nos dice que hay variables ocultas en la teoría que pueden explicar efectos desconcertantes como el enredo, que Einstein calificó como "acción espeluznante a distancia". Pero la mecánica cuántica funciona bien sin estas ideas y los científicos han probado esto una y otra vez usando la prueba de la campana. El experimento funciona así.
Dos partículas enredadas se envían a diferentes lugares y se miden sus propiedades y tiempo de llegada. Las mediciones de una partícula influyen en la otra en este tipo de experimentos, lo que, según Einstein, sugiere que hay alguna forma de comunicación más rápida que la luz. Pero con la mecánica cuántica, todo está bien. Las partículas enredadas son un sistema único que no debe ser considerado independientemente. La prueba de campana se ha utilizado una y otra vez para refutar el principio del realismo local.
Una de las limitaciones del ensayo fue la "Laguna de libertad de elección", en la que la propia configuración podría influir en las propiedades. Para refutar esto, el equipo necesitó generadores de números aleatorios completamente independientes del sistema. Y ahí es donde entra el público en general. El proyecto, ambiciosamente llamado el Big Bell test, esperaba reclutar gente para jugar juegos simples que crearon una cadena de ceros y unos.
Estos "pedacitos" entonces fueron encaminados a 12 laboratorios a través del mundo donde fueron utilizados como números al azar. Los resultados en vivo contradijeron el realismo local con 99,7 por ciento de confianza. Experimentos más largos durante los próximos días, aún utilizando los números generados aleatoriamente, mostraron que la probabilidad de que el realismo local sea correcto es menos de uno en un billón.
"el Big Bell test fue un proyecto increíblemente retador y ambicioso", dijo Carlos Abellán, investigador de ICFO e instigador del proyecto, en una declaración por correo electrónico. "sonaba increíblemente difícil en el día cero, pero se hizo realidad a través de los esfuerzos de decenas de científicos apasionados, comunicadores de la ciencia, periodistas y medios de comunicación, y especialmente las decenas de miles de personas que contribuyeron al experimento durante 30 de noviembre de 2016. "
Facebook Comments Box